¿Es capaz de dar una respuesta corta a nuestras ‘Preguntas rápidas’ Julián Hernández? ¡Descúbrelo!
Se define como un niño repipi porque con con 15 años leía a Samuel Beckett quien, junto a Edgar Allan Poe, Colombo y Luis Buñuel fueron sus referentes. Aunque recuerda con gran cariño ver el estreno de El Gran Dictador o Por qué doblan las campanas tras la dictadura.
“España es un país, definitivamente, de sordos”. Julián Hernández no tiene pelos en la lengua y responde así de tajante cuando le preguntamos si dedicarse a la música es vocacional.
¿Sabías que todo lo que ocurre, además de estar en Los Simpson, también estaba en Siniestro Total? Julián Hernández nos cuenta más sobre esto y tiene claro que “las cosas son del tiempo en el que pasan” cuando le preguntamos cómo serían las canciones de Siniestro Total en 2024.
“Te puedo decir una cosa que me guste mucho ahora mismo, pero mañana te digo lo contrario”, opina Julián Hernández. Le pedimos que nos recomiende un álbum o canción favorita de todos los tiempos, pero cree que “tal cosa no existe”. Descubre más sobre su opinión.
Define su vocación como dual entre el rock y el blues de los años 30 y la música de posguerra. De toda esa mezcla, sale Siniestro Total. ¿Cómo comenzó? ¡Descúbrelo!
“No tengo ni idea”, así es como nos responde el cantante de #SiniestroTotal, cuando le preguntamos quién es Julián Hernández.
La riqueza musical y cultural de Julián Hernández es innegable, las letras de Siniestro Total son prueba de ello y es que cuando le preguntamos sobre las influencias musicales que más le han marcado nos encontramos con una mezcla de grupos y estilos “y más cosas, quizás demasiadas cosas. Ese es el problema”.
“Llego a hacer alguna tortilla de patatas deconstruida”, confiesa Julián Hernández. Nos cuenta sus preferencias gastronómicas y su comida favorita que, en su opinión, es la de todo el mundo. ¡Descubre cuál es!
¿Sabías que Siniestro Total se planteó crear una Guía de Restaurantes por los que pasaban cuando iban en furgoneta? Julián Hernández rompe una lanza por ese tipo de restaurantes olvidados y confiesa que echa de menos “los restaurantes de Madrid en los que comías por 100 pesetas, eran maravillosos”.
